La gestión de impactos socio comunitarios debe tener voz y voto en todo plan estratégico, de manera tal que sea gestionado voluntaria y conscientemente en tiempo y forma.
Generalmente, la vinculación con las comunidades ocupa la agenda y los recursos de las organizaciones, cooperativas y empresas cuando surgen situaciones críticas y los problemas están a la vista. Desde reclamos de usufructo y ocupación de las tierras, pasando por daños ambientales y malas condiciones laborales en las cadenas de proveedores, los ejemplos son muchos.
Es cierto, no todas las organizaciones se preguntan día a día cómo impactan sus actividades en las comunidades y cómo esas comunidades impactan en sus actividades. Sin embargo, es necesario hacer el ejercicio y cambiar el hábito!
En esta nota compartimos 3 consejos para el diseño y gestión de vínculos entre organizaciones y comunidades:
Analizar constantemente el contexto y revisar los espacios de obviedad. Adentrarse en los objetivos actuales y la mirada a futuro de las organizaciones es clave: conocer sus recursos y capacidades sociales, económicas y ambientales.
Pensar y repensar los contextos, los actores y los territorios de influencia deben ser una constante, pero también es preciso revisar los espacios de obviedad.
Una buena estrategia es evitar caer en matrices estáticas que, si bien sirven perfectamente para graficar un "aquí y ahora", forman parte de sistemas complejos por lo que son siempre dinámicas.
Por ejemplo, es impreciso pensar en mapas de públicos como algo estable, diseñado por única vez como algo rudimentario. Siempre que sean dinámicos y flexibles, los mapas de actores son elementos indispensables en cualquier diagnóstico situacional y súper útiles para identificar ámbitos de intervención, grupos de interés, vínculos reales e incluso potenciales, etc.
Capitalizar las buenas prácticas, sin caer ni creer en fórmulas mágicas. A no tener miedo, porque el copy paste existe en todos los ámbitos y dice mucho de quien lo hace pero también de quien lo inspira!
Socializar las buenas prácticas es una buena forma de capitalizarlas. Desde los objetivos, pasando por los indicadores de resultados, hasta las evaluaciones. Podemos compartir todo, pues los proyectos socio comunitarios son únicos, no existe ninguno igual a otro y por ende siempre deben ser diseñados ad hoc.
Y si, poner en común un proyecto y dejarlo a la vista de todos requiere valentía y generosidad. Pero sobre todo, voluntad por seguir aprendiendo!
Agregar valor y dejar capacidades instaladas en las comunidades. Quienes trabajamos en la gestión de proyectos socio comunitarios estamos constantemente creando estrategias vinculantes entre los intereses de empresas, cooperativas u organizaciones, y las comunidades donde ellas operan.
Tenemos el poder de impulsar transformaciones y, nada mejor que aprovecharlo generando proyectos capaces de dejar capacidades instaladas en las comunidades.
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